
Con Distrahitus Homo, Rubén Tomatis plantea una reflexión sobre la condición del hombre contemporáneo: un ser inestable, atrapado en el exceso de estímulos y la imposibilidad de habitar plenamente el presente. La resina translúcida, con sus matices terrosos y zonas de densidad irregular, materializa la vulnerabilidad de un cuerpo que parece a la vez emerger y descomponerse, recordándonos la fragilidad de la existencia en tiempos de dispersión y desarraigo.

Wapo Traketero
